miércoles, 30 de junio de 2010

28-J. UN AÑO DEL GOLPE DE ESTADO EN HONDURAS.


Hace un año escribía esto:

"¡Ha habido un golpe de estado en Honduras!

"¡Es indignante!" decís airadamente
en medio de una tertulia
reunidos en el Starbucks.

"¡Un atropello!" afirmáis en la cola del banco
mientras aseguráis vuestras cuentas (poco) corrientes
(estamos en crisis).

"¡Es un ataque vergonzoso al sistema democrático!"
clamáis tras fagocitar el último editorial de 'EL PAÍS'
sentados en el sofá de vuestra casa.

"¡Es inadmisible, intorelable!" gritáis al cielo
mientras corréis a asegurar
vuestra dosis de vacuna contra la Gripe A.
¡Viva el Tamiflú!

"¡Alguien debería hacer algo!" colgáis en un enlace en Facebook
justo antes de mirar qué tal va vuestra granja.

A veces es tan duro, tan cansado,
luchar por la
justicia
en este mundo. En este
primer mundo.
"

Ahora, un año después del golpe,
he podido fundirme entre los Artistas en Resistencia, la víspera del aniversario, en una velada cultural en plena calle que vio el amanecer entre poemas, música y teatro, me he plantado frente a la policía y las amenazantes tanquetas tras las barricadas de los puentes de Choloma y he marchado de la mano del pueblo por las calles de San Pedro Sula hasta tomar la renombrada "Plaza de la Libertad". He debatido, he compartido y he escuchado. Acá todo sigue igual, con distintos disfraces y nombres, pero igual; y queda mucho por luchar. Sigue siendo necesario resistir.

Les dejo, para que hagan sus videoforums entre amigos y sepan algo más de qué es lo que ha pasado exactamente por este lado del Atlántico, la primera parte de un vídeo de ALBA tv que explica de forma muy clara y contudente la realidad hondureña tras el golpe.

Yo, por mi parte, tras casi tres días de experiencias, emociones, reivindicaciones y luchas, me voy a dormir. Ya otro día les cuento con más calma.

Un abrazo cargado de revolución y poesía,
el resistente Miguel Ángel

domingo, 20 de junio de 2010

CINCO MESES NO SON NADA


He recorrido el océano. He cruzado medio mundo.

He acariciado las nubes con mis dedos
encaramado a la cima del Merendón.
He visto amanecer. He visto atardecer. He visto el cielo
abierto, el cielo en llamas, el cielo pintado, el cielo de una alucinación.
He visto animales nuevos, plantas nuevas, temperaturas
nuevas.
He viajado por paisajes imposibles, por bosques infinitos,
por cumbres irreales, por playas inesperadas.
He viajado bajo la manaca y el malinche,
a través del nublado y sobre los bordos,
en la espesura de palma y entre caminos de tierra y polvo.
He descendido ríos eternos, he surcado las olas revueltas en
la fragilidad de un cayuco, he recorrido senderos y pasajes ocultos.
Me he bañado desnudo en el mar Caribe
de noche
mientras en el horizonte peleaban los rayos.
He dormido en el suelo, he soñado en el cielo.

He aprendido a medir el aura.
He aprendido a curar con hierbas, con energía, con las manos,
con mis manos.
He sido campesino,
he ordeñado y he chapeado,
he recogido madera en la espesura.
He sembrado y he cosechado.
He sudado al sol del trabajo y he bebido agua fresca.

He echado de menos.

He bendecido niños, agua, fuego.
He sentado a la mesa del pueblo a alcaldes y ministros.
Me he agarrado a verjas de hierro, he saltado muros,
me he quemado entre el asfalto y el zinc,
he leído la verdad en las paredes.
Me he perdido en el infierno, he temido a la noche, me han
protegido el destino y la mala puntería, he mirado cara
a cara a la muerte. He sonreído.
He fracasado. He avanzado.
He regateado por el precio de un ataud. Lo he pagado. Lo he
cargado a mis espaldas.
He asistido a velorios de críos de veinte años.
He visto llorar a viudas de diecipocos.
He oído a las maras rezar rosarios a los muertos.
He llorado de rabia. He llorado de impotencia. He fumado
en pipa.
He gritado en la tormenta.
Me he vuelto loco.
He tenido en mis manos la vida, he apretado la mano a la
muerte.
He regalado una esperanza que no tengo.

Me he manifestado junto a los sin voz y por ellos.
Me he sentado a la mesa con ellos.
He celebrado con ellos, he rezado con ellos.
He cantado "No basta rezar" con ellos.
He luchado con la Resistencia, he sido señalado,
desprestigiado y respetado.
He reconocido la belleza ancestral en cantos, en
movimientos, en mujeres.
Me he sentido universo.
Me he enfrentado a los terratenientes, he ayudado al pueblo
a recobrar sus tierras.
Me he encarado con abogados mafiosos,
me he hecho respetar por los que oprimen al empobrecido
y un día medí mis fuerzas con un marero.

He comido poco, me he enfermado mucho.
He escrito versos, he escrito crónicas, he escrito cartas, he
escrito lo que no debía, he escrito demasiado poco, he
escrito tal vez mucho.

He sido pirata.

He luchado contra los elementos. Me he inundado. He
empujado al viento. He caminado sobre el mar...

...but I still haven´t found what I´m looking for...

viernes, 18 de junio de 2010

AGENDA, RESISTENCIA Y PIMIENTOS


Hola amigos:

Tiempo ya sin escribirles. La actividad de los últimos días y la complicada situación por acá me han impedido actualizar tanto como me hubiera gustado. Sé que les tengo descuidados, pero no piensen por nada que olvidados. Vayan mis disculpas por delante.

La escena que ilustra esta nueva carta lanzada al mar con destino a vuestras costas es una de las más populares de esa joya del cine que es 'Indiana Jones y la última cruzada'. En ella se ve cómo Indy, al ir a recuperar el diario del Grial ni más ni menos que al Berlín nazi, se topa con el mismísimo Adolfo Hitler cara a cara y éste, quitándole el diario de las manos, se lo firma pensando que lo que quiere el aventurero disfrazado para la ocasión es un autógrafo del führer.

Aunque algunos preferirían que hubiera puesto como ejemplo alguna cima del cine sueco en versión original (guiño-guiño) en vez de a mí héroe de infancia, juventud y la dichosa etapa vital en la que me encuentre ahora, lo cierto es que esta escena me viene al pelo para contarles algo que me ha sucedido hace escasos días. Verán que el paralelismo asusta. De la situación que voy a narrarles se podrán sacar varias conclusiones que explicaremos a continuación del relato de los hechos. La cosa es más o menos así:

No hace demasiados días que me encontraba yo reunido, en esta Rivera Hernández de nuevo insoportablemente calurosa, con el secretario del ministro de Salud de Honduras. Vale recordar, para los lectores puntuales de esta bitácora y los desinformados, que este país en el que vivo sigue bajo los efectos de un golpe de Estado y que todas las instituciones de gobierno actuales, bajo el leve disfraz de una democracia raquítica, son hijas por tanto del golpe. El caso es que estaba yo, o mejor dicho el padre Miguel Ángel, intentando cerrar un acuerdo con este secretario golpista para concertar una cita con el ministro y así poder conseguir determinadas ayudas para el dispensario en el que trabajo vendiéndole una moto gigante. Es entonces cuando, en medio de la reunión, a este señor le suena el celular y, sin ningún apuro, lo agarra y comienza a hablar. Yo, con indiferencia, aprovecho para escribir en mi agenda y repensar la estrategia. Pienso para mis adentros lo "divertido" que podría llegar a ser que este señor descubriera quién soy yo realmente y por dónde y con quién me muevo. Ha llegado al lugar de la reunión en un carro oficial del gobierno y, por supuesto, con escoltas armados. Nadie excepto los locos entra en la Rivera Hernández sin escolta si quiere salir. El español está con la Resistencia. No, nunca podría sospecharlo. Interpreto muy bien mi papel. Mientras estoy entretenido en estos pensamientos, el secretario agarra en un descuido mi agenda (me la quita directamente de las manos) y se pone a mirarla con detenimiento. Está abierta justo en la página donde he tomado las notas para el artículo que se publicará en el periódico de la Resistencia. La dichosa palabra preside, en mayúsculas, el texto. Hablo de drogas, de violencia, de la policía... y del gobierno. Él sigue con el celular pegado a su oreja, ahora en silencio. Yo noto como en mi cara el sudor aparece de pronto con más fuerza. Trago saliva. A ver cómo salimos de esta. El ínclito golpista destapa su pluma, la acerca a la agenda y, tras apuntar un número, lo arranca con cuidado y me la devuelve. Estaba apuntando un número de teléfono, sólo eso. No se ha dado cuenta de nada. O eso parece. Cuelga. El padre Miguel Ángel puede seguir con lo que estaba diciendo.

+ + +

Bien, hasta aquí la anécdota que quería contarles, este es el relato de los hechos. Ahora, como decía unas líneas más arriba, vamos a sacar distintas conclusiones del mismo despejando así las incógnitas que de seguro han podido surgir:

a) ¿Vas a quedar con un ministro? ¿Perdona?: Efectivamente. Por medio de unos hilos que estuve moviendo por acá, he conseguido llegar hasta el ministro de Salud. Como estos políticos andan como locos buscando el reconocimiento internacional tras el golpe, es relativamente sencillo ponerles un cebo apetecible. Los corruptos están dispuestos a hacer lo que sea por conseguir el citado reconocimiento y que entren más dólares al país (a su bolsillo). Aprovechando esta particular tesitura, y que cualquier cosa bien presentada cuela, yo les propongo que asuman la responsabilidad económica del dispensario en el que trabajo. A cambio les dejo que den por entendido que, por el hecho de ser español y trabajar en cooperación, van a conseguir el reconocimiento de determinados sectores de la sociedad española. El pimiento, my friends, está en el horno. Y están dispuestos a comérselo.

b) ¿Padre Miguel Ángel? ¡¿Perdooooona?!: Emm... jeje... sí, bueno... Digamos que cuando soy el "padre Miguel Ángel" consigo resultados más eficientes en mis pimientos con los corruptos que cuando soy simplemente "Miguel Ángel". La cosa está en aprovechar toda la estructura corrupta de privilegios y trampas que han creado sobre ellos mismos y ponerla sin que se den cuenta en su contra para que sean ellos, movidos por su propia avaricia, los que quiten a los ricos para dárselo a los empobrecidos, convencidos de que van a recibir más. Sin duda el respeto por la iglesia oficial y jerárquica es símbolo de estar bien posicionado en esta sociedad. El "padre Miguel Ángel" no es más que un medio (otro cargo más para el día en que me ahorquen. "Miguel Ángel Vázquez... Condenado por suplantar la personalidad de un clérigo español... Condenado por hacer chistes sobre Cuenca... Condenado por engañar a jovencitas ebrias en el Templo del Amor y la Bohemia...").

c) ¿Vas a publicar en el periódico de la Resistencia?: Sí, de hecho ya he publicado. La crónica podéis leerla en este enlace. El mío está en la página 20, pero merece la pena leérselo entero para haceros un panorama general de la situación por estas tierras. El periódico está coordinado por la misma gente de Radio Progreso, de la que ya os hablé en otra carta anterior. Me he entrevistado con ellos y voy a colaborar a partir de este mes tanto en la radio, con una corresponsalía semanal desde la Rivera, como en el periódico, con una crónica mensual de temas de fondo que yo considere importantes. Aparte de esto me han pedido que les eche una mano en cuestiones de estilo y corrección en el escrito y en el digital (voy a ser, sin llegarle a la suela del zapato, el pequeño Morales de este medio...). Como comprenderéis, estoy francamente emocionado e ilusionado. Creo que escribir acá, con la que está cayendo, para luchar por llevar la verdad hasta el pueblo es lo más vocacional que he hecho en mi vida con mi profesión. Ser periodista así cobra muchísimo sentido y abre perspectivas. Es el vértigo de escribir desde la trinchera sobre aquello en lo que creo.

Y hablando de periodismo, y de sueños, ya ha salido a la venta en España el número 2 de la revista 'Anoche tuve un sueño', aquella de la que os hablé en mi anterior vídeo y en la que escribo un artículo sobre el mundial en Honduras y la situación política y cultural por acá. La revista es la leche y está teniendo muy buenas críticas, así que os la recomiendo de corazón (aparte de que así me leéis). Podéis encontrarla seguro seguro en los vips.

Y con esto creo que me despido por hoy. No sé si tenía algo más que decirles, pero ya es tarde y se me empiezan a cerrar los ojos. Prometo intentar actualizar con algo más de frecuencia y tenerles al día de mi actividad por acá. Créanme que les tengo muy presentes. Gracias por los correos, los comentarios, los "me gusta" del facebook y todas las muestras de cariño y ánimo que recibo de vuestra parte.

Os quiero mucho. Os echo mucho de menos,
Miguel Ángel