miércoles, 24 de febrero de 2010

ESCRITO MIENTRAS LLORO DE RABIA E IMPOTENCIA EN UN AUTOBÚS DE CAMINO A SAN PEDRO

Aquí la vida vale menos
que un celular.
Aquí la vida no vale nada.

Aquí los niños trabajan
descalzos,
con sus piececitos de sangre
y tierra,
con sus manitas de agua,
para el mantener el sistema
(vuestro sistema).
Aquí el que oprime
se ríe desde sus medios de descomunicación,
que se quedan en cuartos
(en cuartos oscuros),
de quien quiere levantar la cabeza
y lucha.
Aquí los políticos saquean la tierra,
violan su patria,
devoran los cadáveres
secos de los trabajadores.
Aquí los golpistas llenan sus estómagos
agradecidos
en los Burguer, Macdonalds, Wendy's,
Pizza Hut y KFC
mientras el campo muere cada día
de hambre
en su letanía eterna de frijoles y arroz.

Aquí lo peligroso es llamar a la policía.

Aquí se firman "amnistías" con la
sangre de otros.
Aquí debería existir el
Ministerio de Injusticia
y rebautizar el de Seguridad Nacional
como
Terrorismo contra el Pueblo.
Aquí unos pocos cambian el verde de
una tierra que no les pertenece
por el verde
de los dólares del imperio.

Aquí es Cuaresma todo el año.
Aquí el poder crucifica a diario al Amor.
Aquí los ricos terminan sus días
en jardines memoriales mientras
los pobres lo hacen en pozos de olvido.
Aquí los derechos son para las derechas.
Aquí si preguntas por qué no hay
pan
eres un insurgente.
Aquí asesinan
campesinos.

Aquí el pueblo se llama Resistencia.

Y yo,
que venía aquí a cambiar esto
en un año,
díganme
¿cómo no voy a estar, cómo quieren que no esté, con
La Resistencia?

lunes, 22 de febrero de 2010

"BRINDAD COMPAÑEROS YO-HO..."

Actualizo muy rápido desde Tela. No puedo esperar a contaros esto...

Señores, ayer estuve en el auténtico Port Royal, cerca del lugar dónde se dice que el barco pirata Black Pearl enterró parte de su tesoro antes de naufragar en aguas de Filipinas (imagino que de camino a Singapur...), conocí a una chica garífuna llamada Dalma, me enteré de que la mitad de la isla desciende de un pirata llamado Jackson (Diego, Mario, Harry, os lo juro) y pude disfrutar de la luz de la luna reflejándose misteriosamente en el mar Caribe mientras cenaba. Para colmo me informaron de que se dice que es en esa isla donde se halla oculta la legendaria Calavera de Cristal de los mayas... ¡Joder! ¡Sí sólo falta que tengan el Grial y el Arca Perdida! Cuando vuelva a Madrid no va a haber quien me aguante...

Por cierto, como detallito, hace escasos minutos (tal vez ya una hora), ha pasado el transbordador espacial Endeavour sobre nuestras cabezas de camino a su aterrizaje en Florida. La luna iluminaba la visible estela de humo blanco que el fugaz punto de luz dejaba tras de sí, creando una atmósfera irreal y cargada de encanto. Todo esto es surrealista, amigos...

Me pide Laura, mi compi de Proclade en este viaje de fin de semana largo, que haga constar en mi bitácora que ella también estaba allí conmigo. Pues eso.

Mañana, tras soñar un ratito con aventuras de piratas, tesoros escondidos y horizontes (que también es necesario y la cabeza lo pide), vuelta a la realidad sampedrana para seguir luchando. En breve, las cartas prometidas. Paciencia.

viernes, 19 de febrero de 2010

IMPREVISTOS Y VERSOS

Queridos amigos:

Os escribo en medio de una lluvia constante que nos acompaña desde hace ya dos días y con un frío que no pensé que fuera a pasar en Honduras... Al parecer la gente de aquí tampoco... Por lo general en estas fechas ya no se puede estar en la calle del calor que hace y este tiempo raro no sucedía desde hacía décadas (así que si nieva os lo cuento...) (a vosotros y al primo de Rajoy).

Ayer llegaron a San Pedro Sula Javier Ojeda, mi jefe en España, y Laura, una amiga desde hace ya años y coordinadora de un área de Proclade. Vienen por unos días y, a partir de mañana y hasta el lunes por la noche, les acompañaré en su recorrido para conocer a algunas personas con las que tendré que trabajar. Es por eso que, en contra de lo que tenía previsto, no voy a poder actualizar hasta la semana que viene esta bitácora con las cartas referidas, entre otras cosas, a mi estancia en Río Tinto (fascinante experiencia). A cambio, y a modo de aperitivo, os dejo aquí colgados unos versos pobres que escribí el otro día en mitad de un encuentro. No valen demasiado, pero hacen las veces de vivencia:

"Las estructuras
se repiten
con ecos de miseria
que tumban muros,
resquebrajan puertas y
ventanas,
se hacen cimientos de paja.

Los pobres son
como los ricos
pero con muchas menos cosas
(y una dignidad nueva)."

La semana que viene, más. Prometo responder en breve los correos que tengo pendientes. Entended que ahora mismo no me dé la vida...

Os quiero a todos menos a uno.

P.D.: Hoy se cumple mi primer mes por estas tierras. Mañana será la vez que más tiempo seguido haya estado fuera de casa en toda mi vida.

viernes, 12 de febrero de 2010

MI BARRIO (MAMÁ, NO LO LEAS, ANDA)

Tras un día especialmente curioso en el que ha llovido como si se fuese a acabar el mundo, entre los mil ruidos de mil animales inciertos en mitad de la noche sampedrana, os escribo de nuevo. Hoy, tal y como había prometido, voy a hablar de mi barrio.

“El lugar donde vivo se llama Asentamientos Humanos y es una de las doce comunidades en las que se divide el sector periférico de la Rivera Hernández. A su vez, la Rivera Hernández es uno de los nueve sectores que forman la ciudad de San Pedro Sula, capital industrial de Honduras y, según un reciente estudio, la segunda ciudad más violenta del mundo tras Ciudad Juárez (México). Asentamientos Humanos, y en general toda la Rivera Hernández, es un barrio de infraviviendas formado por campesinos que en su día abandonaron el campo para conseguir un trabajo y algún sustento en la ciudad y que, al no alcanzar su meta, se fueron instalando de forma irregular en la periferia. Los estudios de Proclade con los que trabajo lo definen así: “El Sector de la Rivera Hernández, en San Pedro Sula, Cortés, tiene alrededor de unos 90.000.00 habitantes, que en su mayoría vive en la pobreza y la extrema pobreza, en la marginación y exclusión social, cultural y política. La mayor parte de los habitantes de la Rivera Hernández, y en especial de Asentamientos Humanos y los bordos, son desplazados internos que vienen en busca de una mejor forma de vida, dejan los campos por no encontrar en ellos la solución a sus problemas económicos y de trabajo; llegan a una ciudad que los margina y los desplaza por no tener estudios ni preparación para afrontar la realidad laboral de una ciudad industrial. Construyen sus viviendas con materiales de desecho como tablones, latas, cartones y plástico. Muchas de estas familias no tienen acceso a los servicios básicos como: agua potable, energía eléctrica, alcantarillados, servicios sanitarios, medios de transporte, centros educativos, centros de salud y programas de desarrollo. Esta es una zona altamente vulnerable a los desastres naturales, como tormentas, huracanes e inundaciones. Es también una zona ambientalmente vulnerable, por estar cerca del basurero municipal, y por toda la basura y las “aguas servidas” que han contaminado totalmente el río que pasa por el bordo de Asentamientos Humanos. Existe un elevado índice de desempleo y sub-empleo, lo que produce la ausencia de satisfacción de necesidades básicas como alimentación, vestuario, salud, educación y recreación. Y, por ende, encontramos altos índices de desnutrición en los niños, mujeres embarazadas y ancianos. El mayor e importante ingreso económico de la población, radica en trabajos de obra de mano barata en todas las maquilas industriales (fábricas de transnacionales) que rodean la ciudad de San Pedro Sula, donde existen niveles de desigualdades laborales, sociales y de seguro para quienes trabajan en este sector de la producción. La violencia pública e intrafamiliar es el diario vivir de esta población. Se vive en un ambiente de inseguridad física, emocional y material, de grandes carencias afectivas, y sentidas limitaciones respecto al futuro de los niños, mujeres, ancianos y personas viviendo con VIH sida (bastante extendido entre la población). Debido al hacinamiento en que viven las familias, por lo pequeño de sus casas y por la cantidad de familias distintas viviendo en una misma casa, se da en una forma muy generalizada el abuso sexual a menores, ancianos y a mujeres, como otra manifestación percibida como pobreza, ya que se convierten en víctimas y sobrevivientes del abuso de poder de otros y otras, lo que genera emociones y sentimientos de rabia, dolor, miedo y culpa”. Asentamientos Humanos, ciudad de vacaciones. Este es, en líneas muy generales, mi barrio. Hablando en clave de cine, para intentar ser más gráfico, una mezcla rara de las favelas de ‘Tropa de Élite’ y el distrito 9 de la película homónima.

La Rivera Hernández huele a frutas maduras al sol y a sudor, huele a humedad en constante evaporación y a las aguas fecales que, organizadas en pequeños canales alrededor de las casas al no tener estas alcantarillado, se desbordan cada vez que llueve un poco, huele a ropa vieja y a maíz, a cocina de gas, con el mismo único menú de cada día, y a charcos de lodo en las calles de tierra. La Rivera Hernández es sol y polvo y mosquitos y palmeras y zinc. La Rivera Hernández es niños descalzos por las calles a todas horas y “bolos” (borrachos) tirados por el suelo en cualquier parte, es reguetón a todo volumen en los “rapiditos” (amago de transporte público conducido por delincuentes) y pintadas electorales y antielectorales en los muros. La Rivera Hernández es lucha diaria y contrastes. Uno de esos lugares sobre la faz de la tierra donde asombra ver que la coca-cola es más barata que el agua potable o que la gente que no tiene para comer se gasta “el pisto” (la pasta) en enviar “mensajitos” por su celular a todas horas, inducida por la publicidad de las grandes compañías, o en comprarse una radio con usb para el carro de altavoces disparatados. Uno de esos lugares donde los coches, destartalados y con innumerables apaños caseros, hay que buscarlos debajo de las pegatinas, las lunas tintadas, las luces de neón y las bocinas de feria, donde el tuning de matrículas fosforescentes en la noche (esa noche prohibida que se me escapa y que tanto añoro) es la única luz para los jóvenes perdidos, presos de las maras. Una macrociudad irreal con sus propias leyes no escritas donde por cada escuela hay veinte templos de las más diversas sectas y donde es más fácil adquirir un Ak-47 que un libro. La Rivera Hernández sabe un poco, volviendo al cine, a una revisión de ‘Mad Max’ en clave caribeña.

Sin embargo, y a pesar de todos esos datos y las metáforas, a pesar de todo, lo que más llama la atención del lugar donde vivo son los ejemplos de esperanza y lucha que uno encuentra, con relativa facilidad, entre tanta miseria y violencia estructural. Mujeres y hombres que no se rinden al destino y que trabajan por mejorar las cosas, madres que, desde su analfabetismo, luchan para que sus hijos tengan futuro y vayan a la escuela aún a cambio de su propia alimentación, niños que piden como sueño para el año 2010 “que se cumpla con los doscientos días obligatorios de clase” (otro problema aquí son las huelgas de profesores, uno de los colectivos más pisoteado. Al luchar los profesores por sus legítimos derechos, muchas semanas los niños, unos niños ansiosos por estudiar y conocer, por tener la única vía de escape posible de la miseria, se quedan sin clase). Una tierra de jóvenes que, entre medias de estas calles de polvo y calor, luchan por levantar centros juveniles y organizar campamentos (pienso mucho en Ferraz) que puedan sacar a otros jóvenes de las calles, de las drogas y de las maras, tan cruelmente presentes en la zona... Gente de bien que te acoge con cariño y que te obliga, desde su mirada profunda, a creer en ellos, a confiar en que es posible superar tanto daño. Hombres y mujeres que se ríen a pesar de la tormenta y el miedo y que son capaces de hacerte reír también a ti e invitarte a un café. Niños que te besan, que te roban el amor que les falta y exprimen tus horas como si les fuese la vida en ello, y que se ponen tristes si les dices que te vas. También he tenido el orgullo de conocer y reconocer a algunos cooperantes y misioneros españoles que operan, desde hace años, en la Rivera. He vuelto a encontrarme con Silvia y Óscar, de Paso a Paso, una organización encargada de dar un espacio a los jóvenes donde puedan formarse, tener apoyo escolar, recibir una educación en valores, comer y, sobretodo, recibir cariño, sentirse queridos. A Silvia y a Óscar ya les conocí en mi anterior experiencia hondureña y por aquí siguen, dando ejemplo de coherencia al mundo. Me han hecho sentir muy integrado desde el primer momento y hasta he dormido en su casa. Es un gustazo contar con ellos y ver que, a pesar del ambiente, no estoy tan loco (o no loco del todo).

Como veis, mi barrio es en sí mismo toda una experiencia. Aquí todo es nuevo y, a pesar de que alguno haya podido asustarse al leer esto que os cuento (mamá espero que no hayas llegado hasta aquí), estoy bien, muy bien. Tranquilo y haciendo por asumir, poco a poco, todas las realidades que me voy encontrando. Comprendiendo el auténtico significado de la palabra esperanza. Hay mucho trabajo que hacer por aquí y es a lo que he venido. A trabajar y a aprender. Además, olvidáis una cosa muy importante… soy Miguel Ángel Vázquez…

Os seguiré informando. Os quiero mucho.”

Bueno, la chapa que os he metido hoy no está nada mal, ¿verdad? Casi tres páginas de Word… Antes de despedirme os dejo dos pildoritas: Por si los medios en España han exagerado, hoy ha habido un pequeño (minúsculo, mamá) terremoto por aquí, pero no sólo estoy bien sino que ni me he enterado porque iba a esas horas en un “rapidito”... Todo está bien y ha sido muy muy leve, pero quería informaros de este “detallito” por si acaso (que, como decía el sabio Bernardino, “si vamos al detallito, pillamos”). Lo otro de lo que os quería informar es de que este finde estaré visitando Río Tinto, una aldea garífuna de la costa. Para llegar hay que remontar un río y la aldea en sí está en mitad de la selva. Muy del rollo de cuando Jack Sparrow va a visitar a Tía Dalma… Ya os contaré qué tal. Ale, os dejo ya en paz. Besos mil! Y gracias a todos por vuestros comentarios!

martes, 9 de febrero de 2010

CHISTE HONDUREÑO (PARA HACERSE UNA IDEA DE CÓMO ESTÁ EL PATIO) Y VÍDEO RELACIONADO


Escuchado hoy mismo:

"Este era un hondureño tan bajito, tan bajito, tan bajito que iba a la frontera sólo para que le dijeran: ¡ALTO!"

Así está el tema... Aquí la gente se ríe... (si no el drama se hace insufrible). A ver si mañana saco algo de tiempo y conexión a Internet y os escribo detenidamente acerca de Asentamientos Humanos, mi barrio. Un beso grande.

p.d.I: El clip de vídeo es sobre la cinta seleccionada para los Oscar de este año 'Which way home', un documental sobre cuatro niños hondureños intentando pasar de "mojados" a los Estados Unidos. No puedo con la cara de miedo que pone el niño al final del vídeo. Me subleva.

p.d.II: Sólo como apunte, y rompiendo un poco el tema. Hoy he visto mi primera jodida tarántula. Era eso o una nécora oscura.

miércoles, 3 de febrero de 2010

VÍDEOS DEL OTRO LADO DEL MUNDO. MI CASA



Aquí va el prometido vídeo sobre mi casa, realizado casi exclusivamente para tranquilizar a mi madre. Es una producción un poco chorra, para solaz de los seguidores de esta bitácora. Más adelante, procuraré hacer vídeos algo más interesantes sobre las distintas realidades de por aquí y así podéis ir viendo cómo es la zona en la que estoy trabajando y conociendo incluso a alguno de sus personajes (a ver si sale alguna entrevistilla). Por cierto, algunos me preguntáis por la calle en la que vivo para localizarme por internet... jejeje /suspiro/...Si os contara cuántos carteros he visto por esta zona desde que he llegado... Os dejo aquí a los curiosos mis coordenadas exactas, que va a ser la mejor forma de que me encontréis: latitud 15°28'46.62"N; longitud 87°55'44.91"O.

Me despido, devorado por los mosquitos y a las puertas del verano hondureño, hasta la próxima entrada. Un beso fuerte para todos. Gracias por su fidelidad!