Y, de pronto, sin previo aviso, agarró sus pocos bártulos y se plantó en Madrid. Sin más. Por el camino habría escuchado, conscientemente, 'Hasta siempre Comandante' en el aeropuerto de Miami y derramaría algún verso sobre el océano, como le gusta hacer siempre que, por fin y sin metáforas, vuela. Al aterrizar, su único cómplice le esperaba con su nombre entre las manos. A los dos les hizo gracia que fuera en la madre patria donde le cacheasen y le hiciesen abrir su equipaje y no en los Estados o en San Pedro Sula a manos de algún chepo corrupto (tautología) buscando mordida. Abrazó a sus hermanos, bebió ron, saqueó la nevera, compartió fotos y grandes éxitos de reggaetón. Con cuidado y cariño terminaron de preparar la sorpresa para sus padres (no se cumplen 60 años todos los días) y, con ella, pusieron fecha, hora y secreto a la emoción y las lágrimas de alegría...
Cuelgo este vídeo de una semana en Madrid que dio para mucho y para muy poco. Fue una suerte de menú degustación en el que comí un poco de todo lo que me apetecía pero no pude llenarme de nada. Me llevo muchos abrazos y cariño, me quedo con las ganas de conversaciones pausadas y un compartir más tranquilo.
En las fotos no están todas las personas que vi ni tampoco todo lo que me dio tiempo a hacer. No están en el vídeo, pero tienen foto grabada en mi corazón Fuencisla, con la que me sentí como en casa dentro de mi propia casa, mis parroquianos (con los que compartí y bebí infinitamente menos de lo que me hubiera gustado), Paloma y Ramiro (con los que reafirmé que allá merece la pena seguir luchando por un mundo más justo), Ana y El Abuelo y sus gemelos (a los que conocí al fin y les di el biberón)(mejor que Alberto) y mi particular "Señora de los Náufragos" que, en menos de una hora, supo cargarme de paz y de libertad. También pude reconocer, junto con Carmen, las paredes de mi última morada para escapar, una vez más, justo antes de su cumpleaños y constaté, por último, que lo de que Chus se ha echado novia es absolutamente verídico (y a veces hasta algo empalagoso...) (tanto quererse ni tanto quererse...)(jeje).
Pido disculpas desde estás páginas a los que intentaron ponerse en contacto conmigo y no lo consiguieron. La vida no me dio para más y los días estuvieron muy muy muy ajustados. Aprovecho también para disculparme por la falta de respuesta tanto a correos como a mensajes en el librocara, prometo ponerme al día en breve.
Un abrazo gigante desde este lado del mundo cada vez más interesante y sugerente.
Os quiere (a todos menos a Juli al que, de hecho, no vi en mi viaje),
Miguel Ángel
P.D.: Mientras escribo estas líneas ya no luzco las barbazas que se ven en las fotos. Vuelvo a tener cara.