jueves, 22 de julio de 2010

ALTO EN EL CAMINO. UN SUEÑO RARO.


Y, de pronto, sin previo aviso, agarró sus pocos bártulos y se plantó en Madrid. Sin más. Por el camino habría escuchado, conscientemente, 'Hasta siempre Comandante' en el aeropuerto de Miami y derramaría algún verso sobre el océano, como le gusta hacer siempre que, por fin y sin metáforas, vuela. Al aterrizar, su único cómplice le esperaba con su nombre entre las manos. A los dos les hizo gracia que fuera en la madre patria donde le cacheasen y le hiciesen abrir su equipaje y no en los Estados o en San Pedro Sula a manos de algún chepo corrupto (tautología) buscando mordida. Abrazó a sus hermanos, bebió ron, saqueó la nevera, compartió fotos y grandes éxitos de reggaetón. Con cuidado y cariño terminaron de preparar la sorpresa para sus padres (no se cumplen 60 años todos los días) y, con ella, pusieron fecha, hora y secreto a la emoción y las lágrimas de alegría...

Cuelgo este vídeo de una semana en Madrid que dio para mucho y para muy poco. Fue una suerte de menú degustación en el que comí un poco de todo lo que me apetecía pero no pude llenarme de nada. Me llevo muchos abrazos y cariño, me quedo con las ganas de conversaciones pausadas y un compartir más tranquilo.

En las fotos no están todas las personas que vi ni tampoco todo lo que me dio tiempo a hacer. No están en el vídeo, pero tienen foto grabada en mi corazón Fuencisla, con la que me sentí como en casa dentro de mi propia casa, mis parroquianos (con los que compartí y bebí infinitamente menos de lo que me hubiera gustado), Paloma y Ramiro (con los que reafirmé que allá merece la pena seguir luchando por un mundo más justo), Ana y El Abuelo y sus gemelos (a los que conocí al fin y les di el biberón)(mejor que Alberto) y mi particular "Señora de los Náufragos" que, en menos de una hora, supo cargarme de paz y de libertad. También pude reconocer, junto con Carmen, las paredes de mi última morada para escapar, una vez más, justo antes de su cumpleaños y constaté, por último, que lo de que Chus se ha echado novia es absolutamente verídico (y a veces hasta algo empalagoso...) (tanto quererse ni tanto quererse...)(jeje).

Pido disculpas desde estás páginas a los que intentaron ponerse en contacto conmigo y no lo consiguieron. La vida no me dio para más y los días estuvieron muy muy muy ajustados. Aprovecho también para disculparme por la falta de respuesta tanto a correos como a mensajes en el librocara, prometo ponerme al día en breve.

Un abrazo gigante desde este lado del mundo cada vez más interesante y sugerente.
Os quiere (a todos menos a Juli al que, de hecho, no vi en mi viaje),
Miguel Ángel

P.D.: Mientras escribo estas líneas ya no luzco las barbazas que se ven en las fotos. Vuelvo a tener cara.

martes, 6 de julio de 2010

COMPAÑEROS DE SUEÑOS

Continúa la lucha. Y lo hace con buenas nuevas. Tras la visita el pasado mes de junio de Alfonso y Paloma, un matrimonio de médicos que estuvieron apoyándome en el proyecto del Dispensario, acaban de volver a estas tierras mis buenos amigos Imilce y Carlos.

Con Alfonso y Paloma he podido aprender mucho de medicina y atención primaria, lo suficiente como para empezar ser yo quien visite a las comunidades a partir del mes que viene llevando un mínimo de salud a las personas que tienen vetado este derecho humano básico. Me han enseñado a tomar la tensión, a auscultar, a inyectar y a diagnosticar. Escuchar, que es lo que más necesita muchas veces este pueblo, es algo que ya tenía más o menos ensayado. Gracias a ellos, a lo largo de todo junio, he podido visitar todas las comunidades del sector y meterme en las casas más desfavorecidas de entre los desfavorecidos realizando labores de medicina de guerrilla. He visto cosas inimaginables, cosas que no creeríais. Ha sido, sin duda, una de las experiencias más duras de mi vida pero también de las más gratificantes. Me ha abierto los ojos y he crecido. A partir de agosto, tomo las riendas de las visitas. Ya os contaré.

Imilce y Carlos tienen parte de culpa de que esté enamorado de Honduras. Conocimos este país a la vez en el año 2007 y hoy el destino, tras muchas vueltas, ha vuelto a reencontrarnos en estas latitudes. Esta pareja un año más joven que yo y recién casada formó parte del increíble grupo con el que me establecí en Tela durante un mes y allí fue donde nos conocimos. Ahora han venido durante un mes a colaborar en el proyecto de agua potable aquel que sigo en El Porvenir (y del que ya os hablé en anteriores entradas). Verles y compartir casa de nuevo con ellos en esa aldea de montaña está siendo un sueño. Todo un desahogo de tantas tensiones como genera esta exigente Rivera Hernández. Hemos recordado tiempos pasados, hemos rememorado experiencias y vivencias, nos hemos reído, he disfrutado con la guitarra y las letras de Carlos, he vuelto a asombrarme con la artesanía de Imilce y he vuelto a disfrutar, exactamente igual que el primer día, de esta pareja ejemplar en tantas cosas. De mayor sigo queriendo ser un poco como ellos. De todas las fotos que nos hicimos para esta carta lanzada al mar, decidimos que la que al final he publicado era la más digna.

Creo que necesitaba que vinieran.

Se cumple ya medio año de mi estancia en Honduras. La mitad de mi aventura. Parece que por fin, después de tantos días, voy llegando a la realidad de este país. Ante mí se presenta un horizonte nuevo y limpio cargado ideas, proyectos, retos, luchas y sueños. Sólo queda lanzarse. Y estoy dispuesto.

Os dejo este temazo de Polache porque me da un subidón increíble y me lo pongo de vez en cuando. Es un cantautor de acá ligado a la Resistencia. La canción está compuesta en el contexto del golpe de Estado.

Un abrazo grande cargado de revolución y poesía,
Miguel Ángel (que os quiere).